domingo, 26 de julio de 2009

EL SXVIII Y LAS CASAS NOBILIARIAS

EL REFLEJO ARQUITECTÓNICO DE UNA ÉPOCA DE BONANZA

EL MONASTERIO DE LA ENCARNACION

LAS PENURIAS DEL SXVII CRISTALIZAN EN UN NUEVO MONASTERIO

UN RECORRIDO POR LAS IGLESIAS DE LA COMARCA

martes, 21 de julio de 2009

SIGLO XVI, CONTABA MULA CON DOS PARROQUIAS

SANTO DOMINGO Y SAN MIGUEL

SIGLO XVI, ERA MULA VILLA IMPORTANTE Y HABíA DE TENER CONVENTO

La orden franciscana


La orden de San Francisco de Asís fue fundada en el SXII y tienen una rama femenina la de Santa Clara de Asís, y una tercera rama, la Orden terciaria constituida por personas seglares pero que llevan vida franciscana.
Esta orden fue muy popular en la cristiandad, hasta la época moderna, tanto que durante los siglos XVI y XVII las gentes pedían ser enterrados con la mortaja del hábito franciscano. La distancia que separaba a San Francisco de Asís de las jerarquías eclesiásticas del momento lo llevó a acercarse cada vez más al pueblo, un acercamiento que le permitió darse cuenta del abismo que existía entre la masa de fieles, la mayoría analfabetos, y las celebraciones litúrgicas por entonces en latín, prácticamente incomprensibles para el pueblo llano, una situación que le condujo a la búsqueda de una nueva vía de comunicación, así nació uno de los principales símbolos de la tradición popular cristiana, el pesebre, en la noche de navidad de 1223 en la pequeña localidad de Greccio (italia) se representa el primer pesebre de la historia de la cristiandad. A esta corriente de representación plástica del mensaje cristiano debemos muchísimas de las procesiones que hoy día se realizan en España.

La orden franciscana, que contaba con el apoyo papal creció muy deprisa, sus orígenes en Murcia los tenemos ya en el SXII, también su ala femenina, pero la gran expansión franciscana en la región se viviría durante los SXVI y XVII hasta 1630, convirtiéndose franciscanos y clarisas en la 1ª orden de Murcia. La provincia franciscana de Cartagena fundada en 1520, abarcaba desde Cuenca hasta Almería

El convento franciscano de La Purísima Concepción

La fundación de este convento se remonta al siglo XVI, a solicitud del concejo, y por empeño del marqués de los Vélez y su esposa Doña María Zuñiga y Requesens. Mula alcanzaba los 6000 habitantes, considerándose ya una villa importante, debía tener monasterio.

Esta solicitud aprobada en 1574 hubo de pasar por una serie de estrictos requisitos, 1ºLicencia otorgando el rey el permiso, 2º que no existiera oposición por parte de obispado y 3º al tratarse de un señorío, el Marqués de los Veléz, su titular, debía dar consentimiento. En este punto no había de existir problema al ser el marqués protector de la orden de San Francisco de Asís en Murcia y uno de los instigadores del proyecto. Una vez aprobado, el Concejo ofrece el sitio y costea el proyecto (en contra de lo que da a entender en su libro sobre el convento el historiador franciscano, ya mencionado en otra ocasión, Pablo Manuel Ortega, al parecer por aquellos entonces enemistado con el concejo.)

La ermita de la Purísima Concepción y el hospital anexo situados a los pies de la corredera, actual "Paseo", el otro gran espacio abierto construido en este siglo que junto con la plaza mayor era lugar de mercado y donde se realizaban los alardes de los caballeros de cuantía, fue el lugar elegido para su construcción, de ahí el nombre del Convento. Era constumbre franciscana conservar la denominación de aquellos lugares que ocupaban. Como curiosidad comentar que parece ser que anteriormente a esta ubicación se le pudo ceder como sede la antigua mancebía (1568), los concejos deciden construir estas casas para tener controladas a las prostitutas y así evitar la proliferación de enfermedades.

Pasó entonces el hospital a situarse al sur de la Villa, en el camino carretero, (donde estubo durante años al asilo) conservamos hoy la puerta de entrada en estilo barroco con uno de los altorelives más antiguos de la región Murcia, y una lapida que hace mención a la epidémia de peste bubónica que sufrió el pueblo de Mula en 1648 hoy expuesto en el muro de entrada a la biblioteca municipal.

Volvamos al monasterio; primeramente se construyó la iglesia y parte de lo que sería el área conventual que hoy conocemos.

El acceso al recinto monacal era a través de una gran puerta situada cerca de la iglesia, actualmente tapiada y sobre la que se situó el escudo del Marqués de los Vélez. Esta puerta daba a una pequeña estancia a modo de recibidor.
La construcción original de la iglesia del SXVI es en estilo renacentista, constaría de una nave central con 14 capillas laterales, el material predominante era la piedra y la techumbre primitiva a dos aguas, madera decorada con motivos geométricos y florales. Un artesanado de gran belleza que aún se conserva en parte, oculto sobre la bóveda actual y que tan solo se puede contemplar a través de una galería interna sobre las capillas.
Mejor suerte tenemos con las magnificas bóvedas de crucería de las capillas laterales, que aunque cubiertas por la reforma del S XVIII algunas de ellas han sido descubiertas y hoy podemos contemplar esas bellísimas nervaduras góticas en piedra.

La fachada hecha también en piedra de la Almagra obra del oficial de cantería Domingo Hernández, tiene forma de arco de triunfo con dos columnas jónicas, en la hornacina había una imagen de San Francisco pero fue víctima del vandalismo.
En 1735 se reformó la iglesia al gusto barroco del momento, añadiéndole el presbiterio y el crucero iluminado por una cúpula, que por falta de espacio hubo de tener forma elíptica, también se estrechó considerablemente la nave, que fue cubierta por una bóveda construida, como antes comentamos, bajo la techumbre original. La nueva construcción es en ladrillo que aunque enlucido en su parte interior contrasta exteriormente con la piedra del siglo XVI.
La Torre Campanario situada en el lateral izquierdo también data del S XVIII, construida en ladrillo visto y de un solo cuerpo presenta decoración con pilastras que culminan con una cornisa sobre la que descansa el tejado y bajo el mismo cuatro aberturas, una a cada lado, cubiertas con arcos de medio punto. Una veleta con forma de ángel lució durante un tiempo en lo alto de esta torre, actualmente no esta expuesta ya que fue ametrallada durante la guerra civil.

En el Camarín de la Virgen de la Purísima al que se accede a través de la Sacristía situada al lado derecho del presbiterio encontramos una serie de rodapiés ilustrados con pinturas populares del S XVIII con motivos del antiguo testamento, "El sueño de Jacob" y "Huida a Egipto" entre otros, está cubierto por una bóveda también con pinturas murales.
Recientemente se ha recuperado bajo esta dependencia una cripta con planta octogonal al igual que el camarín y nichos en sus lados y a tres alturas. En este lugar se enterró a Fray Pablo Manuel Ortega.

Como era habitual, las capillas laterales eran privadas y pertenecían a familias influyentes de la villa, se conservan los blasones en las capillas situadas a la izquierda conforme entramos a la iglesia y por este orden: La familia Botía, Ladrón de Guevara, LLamas, y Varcarcel. Servían como lugar de entierro para su propietario ya que se pensaba que al descansar el cuerpo del difunto en una iglesia se estaba más cerca del cielo.

Los cambios también afectan al convento adquiriendo la estructura que hoy en día conocemos, se le añade un cuerpo de habitaciones hasta constituir una hermosa área claustral con arcos de medio punto en cuyo patio central se sitúan dos aljibes con brocal de una sola pieza y piedra da la almagra, conservan las rejas y garruchas originales.

Todavía podemos contemplar algunas de las pinturas murales del SXVIII que decoraron este edificio. Las encontramos en la zona norte del claustro donde alegres coloridos decoran cornisas y paredes, con alguna representación de pasos del viacrucis, que debieron recorrer todo su perímetro. En el receptorio, una gran sala destinada a comedor, también tienen su reflejo, con toda la cornisa decorada en tonos azulados.


La escalera principal, con una magnifica barandilla de madera que aunque no esta expuesta, se conserva en espera de una futura rehabilitación, tenía sus tres tramos decorados con grandes cuadros de los que hoy vemos el marco y una inscripción bajo uno de ellos, el que increiblemente ha sido, no se sabe en función de que criterio, picado en una anterior restauración o más bien destrucción, ya que no hay posibilidad alguna de recuperación. En la segunda planta, también hay constancia de estas pinturas enmarcando alguna puerta, y el interior de alguna habitación.

Este Monasterio fue desamortizado en1835 y sus esculturas y algunos retablos pasaron a otras iglesias de Mula, algo que veremos cuando nuestra tarea sea conocer esos magníficos templos. Más tarde fue vendido en tres partes, Don José Bayona terminará por adquirir todo el conjunto, el convento se dedico a viviendas y posada y el templo se alquiló para teatro. Fallecido Don Juan sus dos hijas heredan la iglesia y estas al ser religiosas lo ceden al obispado para la recuperación de los servicios religiosos. Después de una serie de obras de acondicionamiento, el 25 de Noviembre de 1894 se celebró la misa de reapertura del templo


El Convento esta actualmente siendo rehabilitado, aunque todavía no se conoce los usos que se le dará una vez terminadas las obras, parece ser, en palabras del Alcalde de Mula, Diego Cervantes, que esta destinado a ser uno de los espacios culturales más importantes de toda la región de Murcia. ¡Esperamos ansiosos que así sea!


Este conjunto conventual fue declarado el 2 de Mayo Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento.