martes, 30 de junio de 2009

UN PASEO POR EL SIGLO XVI. Un siglo dorado marcado por las luchas por el poder.

Las propiedades de los Vélez en Mula
1492 Granada ha caído, desaparecido el peligro las murallas que constriñen las poblaciones desaparecen con él. Mientras gentes de todos los lugares ponen sus ojos al otro lado del atlántico en busca de fortuna, los muleños tienen sus "Américas" al otro lado de esa muralla caída, las fértiles tierras del valle que se habían mantenido vírgenes esperan ser cultivadas.
Comienza un etapa de esplendor para el pueblo de Mula y nosotros la andadura por ella visitando el Castillo de los Vélez, esta maravilla de la que hoy nos enorgullecemos pero que nació con unos fines menos nobles, amedrentar a un pueblo y someterlo a un poder nunca aceptado

Pero no se puede hablar del Castillo de Mula sin entender el momento político que se estaba viviendo en la villa y en especial su relación con "Los Fajardo" una familia noble procedente de Galicia, concretamente de Ortigosa, como bien muestra su escudo, con tres hojas de ortiga y olas del mar, que tantas veces veremos plasmado en diversas edificaciones.





Situémonos pues dentro de ese contexto histórico: Estamos en los últimos años de la Mula islámica, Ben Hud último rey de Murcia, agobiado por los conflictos internos ocasionados por los reinos de Taifas y el avance cristiano hacía el Este, se entrega en vasallaje a Castilla, se convierte Murcia en un protectorado, corría el año 1243.Mula que ya no reconocía a Ben Hud, mucho menos lo haría con la Corona Castellana, pero esa situación no dura mucho. Pelay

Pérez de Correa, maestre de la orden de Santiago, es enviado por Castilla al frente de una expedición para someter a los pueblos que como Mula no habían aceptado el protectorado. Se cercó la montaña y tras un mes de asedio los musulmanes de Mula se entregarían en Mayo de 1244 .
Se cree que pudo ser precisamente la toma de la red de aljibes, situados al norte y prácticamente sin protección, que hoy contemplamos asombrados del buen estado de conservación de algunos de ellos, uno de los factores que favoreció la rendición en una época del año en que la carencia de lluvias en nuestra región está prácticamente garantizada. Sin agua la batalla estaba perdida.
Tras la conquista los pocos cristianos que había en Mula se hacen con el poder, hecho que continuará así hasta época moderna.
Por su parte Alonso Yañez Fajardo, adelantado del reino de Murcia desde el S XIV, que ya había adquirido diversos territorios, intenta hacerse con Mula pero el carácter de realengo de la villa se lo impide. Habría que esperar hasta 1430 en que el rey Juan II otorga el señorío de Mula a Alonso Yañez Fajardo II, en agradecimiento al apoyo en sus luchas contra Aragón. Este señorío tendría un carácter tan solo nominal, los privilegios como concejo de Realengo habían de ser respetados.
A pesar de algún intento de cambiar esta situación, no sería hasta la aparición de Pedro Fajardo I Marqués de los Vélez, titulo otorgado en 1507, quién con un partido fuerte asalta el ayuntamiento y expulsa a los tradicionales dueños, descendientes de aquellos cristianos de la conquista (Mucha gente se había ennoblecido gracias a una carta de población que apareció "oportunamente" alrededor de 1580, época en que demostrar la pureza de sangre era requisito indispensable para detentar ciertos cargos de relevancia, y en la que se cuenta los pormenores con nombres y apellidos de todos los detalles de la conquista, algo similar ocurrió en otros puntos de la región)

Los muleños imitando el movimiento comunero surgido en Castilla, el 1 de Julio de 1520 cercan el pueblo obligando al marqués, 20 días después, a hacer un juramento respetando los Fueros otorgados desde tiempos de Fernando III( el pergamino de la carta real por la que se concede a la villa el Fuero de Cordoba en 1245, se conserva en el archivo municipal). Se jura en la puerta de Yechar, actual pontarrón, frente a Alonso Fernandez Melgarejo y el Pueblo de Mula.
Comienza entonces el famoso "Pleito de Mula", en Septiembre de 1524, que colearía hasta la desaparición de los señoríos hacia 1800. Se consigue un fallo favorable en apelación ante "La Sala de las 1500 doblas" en 1556 reconociendo nuevamente el señorío sin carácter jurisdiccional.
Durante esos 4 años el Marqués había levantado su Fortaleza sin otra finalidad que tener sometidos a los muleños y demostrar quién tenía el poder, una guanizión de 15 hombres mercenarios sin arraigo alguno con Mula, se encargarían de ello.
No faltarían las apelaciones por parte de los Fajardo, años y años de pleitos que empobrecen al pueblo, hecho reflejado en un urbanismo del SXVI carente de monumentos civiles, tan solo la fortaleza de Los Velez que hoy nos ocupa.

Conozcamos ahora el Castillo, esta excelente obra arquitectónica diseñada por el tracista Luis Fajardo de estilo renacentista y con 3 partes bien diferenciadas: El Torreón del Aljive, La Torre del Homeneje, y una gran nave o Sala de Armas con una torre adosada.

Nos encontramos en el parte trasera, un estrecho pasillo construido a partir del Albacar musulmán conduce a la puerta de entrada protegida por un puente levadizo, la falta de marcas de cadenas en la fachada indican como probablemente esta defensa nunca fue necesaria.Un matacan sobre la puerta para arrojar líquidos hirviendo, y una serie de pequeñas aperturas en el muro para tiradores constituian la 1ª barrera defensiva.
Antes de atravesarla, 2 curiosidades que nos hablan de su historia: Por un lado, las dos tonalidades de color en el muro, posiblemente en 1520 sintieran la necesidad de una mayor protección elevando considerablemente la altura, Por otro, la existencia de matacanes y almenas tan solo en la parte visible desde Mula, el caracter de poder y supremacía ante la población que Don Pedro quiso darle a la fortaleza estaba claro.

Al atravesar la puerta accedemos a un pequeño patio, justo en frente hay una 2ª puerta que nunca se llego a usar, apreciamos otra singularidad de la fortaleza, la ausencia de tejados, la idea era que toda el agua de lluvia se concentrara en este patio y que a través de una serie de canalizaciones llegara al aljibe.

La gran nave, sala de armas, cubierta con una boveda de medio cañon, que se abre a la derecha y a la que se accede a trevés de unas escaleras, era el lugar donde, junto a una gran chimenea, comía y descansaba la guarnición. Todavía se conservan los puntales de piedra sobre los que apoyarían las vigas que sostenían la techumbre, posiblemente con la intención de hacer más cálida la estancia. Una reja que se encuentra en el suelo era el acceso a las mazmorras.



Si la puerta de entrada era burlada, una 2ª barrera defensiva se ponía en funcionamiento, se trataba de una puerta arrojadiza sobre las escaleras que conducen a la azotea baja, si aun así se accedía a este punto, la torre del homenaje protegida por otro puente levadizo erá el ultimo refugio. Al igual que en la entrada tampoco existen aqui marcas de cadenas.


En el dintel de la puerta de acceso a esta torre se puede leer una inscripción en la que se cuenta como la fortaleza fue erigida sobre las ruinas de otra visitada por Antonino Augusto Pio, siendo Carlos V rey de España, nada más alejado de la realidad. Don Pedro se cubre así sus espaldas justificando el levantamiento del Castillo en una época en que este tipo de construcciones estaban prohibidas devido al alzamiento comunero, no sin embargo las reconstrucciones.


La torre del homenaje se destinaba a habitaciones, consta de 3 plantas y una terraza, en cada uno de los pisos se puede ver una chimenea, en el piso inferior encontramos un agujero en el suelo ,en donde la canalizacion que atravesando los muros llegaba desde el patio, conectaba con la que conduce al aljibe.
Tres son los escudos que se plasman en los muros del castillo, el ya mencionado de la familia Fajardo, y los dos correspondientes a las esposas del Marqués: Catalina de Silva, con el león rampante, y Mencía de la Cueva que representa un dragón.


Hoy el Castillo no puede ser visitado ya que la puerta de entrada ha sido tapiada. En condiciones normales tendriamos que lamentarlo pero sin embargo damos gracias a que a alguien se le haya ocurrido poner fin a la continua degradación que estaba sufriendo. Conbertido en lugar de botellón los grafitis y basuras campaban a sus anchas.
Tendremos que resignarnos a que permanezca cerrado, mientras ciertas personas no aprendan a respetar lo que es patrimonio de todos, aunque legalmente no lo sea, y encomendarnos cada uno a lo que considere oportuno, para que las fuerzas de la naturaleza no nos den algun susto, ya que algunas grietas en la estructura, vease la torre construida sobre la roca viva, no dicen nada bueno sobre la resistencia de este coloso ante un hipotético movimiento sísmico, que no sería nada raro dada la zona en que vivimos.
Esperemos que dado que los actuales propietarios herederos de la familia Chico de Guzmán, parecen no estar dispuestos a gastar ni una peseta en esta maravilla, que alguien ponga remedio a esta situación para que algun día no tengamos que lamentarnos de lo que sería una catastrofe para el parimonio cultural de nuestra ciudad.
Mientras tanto no estaría de más que el pueblo de Mula hiciera un poquito de ruido, tanto si interesa la preservación del patrimonio como si no, ya que si esta estructura se sigue degradando a lo mejor no serían los daños en el castillo lo único que tendriamos que lamentar. Si algo cae, ya se sabe hacía donde, ¡ la gravedad es lo que tiene!


Y del Castillo a la residencia habitual del Marqués, el Palacio de los Vélez, se hallaba en la parte oeste de la villa, junto al camino de Caravaca, su construcción aunque del siglo XVI, debió remodelarse casi totalmente en el SXVIII, lo poco que se conserva es de etapa barroca. Contaba con una capilla, establos, numerosas habitaciones, un enorme jardín que ha dado lugar al nombre de la calle y una hermosa portada de cantería con el escudo de los Fajardo.


En la actualidad tanto la mansión como el jardín está dividido en propiedades particulares. El ayuntamiento ha adquirido una pequeña parte del palacio a la que se accede a través de un patio interno -tipo corrala madrileña- subiendo unas escaleras en la primera planta se conservan unas dependencias correspondientes a un gran Salón y la Capilla.




La puerta de entrada a la Capilla está decorada con arquitectura fingida en escayola, simulando pilastras que sostienen el escudo de los Velez, tambien el interior tiene este tipo de decoración tan del gusto de la época, con molduras de escayola en todas sus esquinas .



Destaca la magnífica carpinteria en puertas y ventanas, así como el artesonado del techo del salón con hermosas mensulas que sostienen las vigas. No falta la rejería de forja tanto en ventanas como en balcones.



Paseamos por las estrechas callejuelas del SXVI que fueron creciendo perpendiculares a los grandes barrancos conforme estos se iban edificando en su conquista hacia el valle, contemplamos las amplias gradas creadas para salvar el desnivel existente entre la Mula medieval y la renacentista y llegamos a la Plaza Mayor, un espacio abierto creado en este siglo y en torno al cual giraba la vida del pueblo, en su parte norte se encuentraba "La Audiencia de los Velez", hoy luce en planta baja, primer piso y desván al mas puro estilo barroco, pero originalmente era un edificio en una sola planta, conserva su portada original en piedra de la Almagra en la que figura una inscripción en ocre donde se lee:"Audiencia del Marqués de los Velez". En este palacete impartía justicia el Alcalde Mayor siempre bajo la atenta mirada del Marqués, simbolizado en ese castillo, que queda en paralelo, pudiendo ser observado al completo desde la audiencia tan solo con elevar un poco la vista, algo sin duda totalmente premeditado.
La Plaza estaba prácti

miércoles, 24 de junio de 2009

HABIA UNA VEZ, EN LA PUEBLA DE MULA ...


... "Un trastero", era majestuoso y estaba construido con las mejores piedras, piedras de la Almagra, dignas de los edificios más relevantes del imperio Romano, tenía unas características extrañas: saeteras en sus paredes laterales, una estrecha puerta-ventana en su parte trasera sobreelevada unos 3 metros sobre el suelo, y la puerta de entrada, con un arco de medio punto con dóvelas de ladrillo sostenido sobre jambas con grandes sillares. Llamaba la atención como estaba tapiada en su parte más alta, indicando como el nivel actual del suelo nada tiene que ver con el original, a la vista están parte de sus cimientos.
¿La razón? no siempre había sido trastero, no se sabe muy bien como, pero quizás un malvado encantamiento le había llevado a esta situación.

Siempre estaba triste, recordaba sus días de esplendor en que había sido esa torre vigía desde donde los cristianos vigilaban a la población musulmana que había sido expulsada de Mula (S XIII), origen y razón de la existencia de la Puebla concebida en su momento como "la morería muleña".
Alzada sobre un oteadero natural, los que paseaban por su azotea divisaban tan vasta extensión de territorio que le hacía sentirse ¡Tan importante! . Sin embargo ahí estaba ahora, convertida en un insignificante trastero llena de cachivaches inservibles; atrás quedaron aquellos tiempos en que aquellos que entraban en su interior lo hacían para rendir culto a su Dios y en particular a Sta María Magdalena, pues también fue Templo Cristiano consagrado a esta Santa, tan venerada por la orden de Santiago. En 1501 con el Decreto de Conversión forzosa al cristianismo de la población mudéjar sus funciones de vigilancia carecían de sentido. Esta es la razón por la que las gentes del lugar la conocen aún hoy como la "Ermita Vieja".
Sin embargo a pesar de su tristeza sabía que debía sentirse afortunada, desde su privilegiado emplazamiento había visto como otros edificios y estructuras habían sucumbido con el paso del tiempo: la casa de la villa, donde cada día de San Pedro era elegido el Concejo Pedáneo, la muralla a la que se encontraba adosada, ¡ y todas esas piedras! traídas de la Almagra, ahora ocultas bajo los enlucidos de cal de las viviendas, otras con más fortuna formando parte de algún edificio relevante como la Iglesia de San Juan; la misma suerte que corrió el sillar que todos conocen como "El Escudo", un Capitel corintio con las típicas hojas de acanto y guirnaldas, sin duda procedente de algún edificio importante de la Almagra, y que ahora luce en una de sus esquinas.

El trastero no perdía la esperanza, sabía que había gentes con poderes suficientes, capaces de romper su maleficio, innumerables veces había ocurrido, en cientos de lugares, otras estructuras que también habían caído en desgracia, abandonadas y a veces casi en ruinas , ahora lucían con esplendor, se habían convertido en símbolos de sus localidades, ¿porque no había de pasarle a ella que había luchado como nadie por mantenerse en pie durante siglos, sobrevivido incluso a terremotos? !Tan solo unas piedras de su azotea se habían desprendido después de tantos años de avatares!
Esas personas mágicas, las únicas capaces de librarla de su situación, sentían como aumentaban sus poderes al conocer del interés de las gentes por aquellos lugares a los que debían salvar. Por eso la torre sabía que su día estaba cerca, el ver como cada vez más y más gente se acercaba a conocerla era un buen indicio.
Se le estremecían las piedras al ver la cara de admiración de los visitantes nada más ver su impresionante alzado, al sentirse fotografiada y centro de todas las miradas. Sin embargo no podía evitar entristecerse al no poder mostrarles su interior, esas magnificas pilastras, con basas y capiteles de piedra sujetando la bóveda, ese ventanuco enmarcado con jambas y dintel de piedra, por el que se accedía a la azotea a través de una pequeña escalinata embutida en el muro, el no poder lucir al completo toda su estructura, hoy flanqueada por las viviendas.
Pero su día estaba cerca, y ese día este cuento tendrá su final feliz. Mientras tanto, venid y visitarla, que se conozca su historia, para que cuando ese día llegue, todos podamos disfrutar de esta torre como realmente se merece: "Una torre vígia del SXIII, la más antigua en pie de la región de Murcia"


lunes, 15 de junio de 2009

EN BUSCA DEL AGUA II

Aprovechando estos saltos en el tiempo para entender lo que la escasez del agua ha supuesto en nuestra comarca, no podemos evitar dar un salto mas y llegar hasta nuestros días, y así poder conocer otra obra magistral "los nuevos regadíos".
Si nuestros antepasados musulmanes habían dejado el listón muy alto con la construcción de la acequia mayor sin más medios que su propia inteligencia, sin duda alguna las cabezas pensantes de nuestro días no han defraudado.
Hoy vamos a conocer el mecanismo interno de la máquina que riega nuestras huertas, ese riego por goteo que parece tan sencillo, tan solo un puñado de mangueras con agujeritos por donde sale el agua que riega nuestras cosechas, pero que sin embargo es el fruto de un PLAN DE MODERNIZARON DE REGADÍOS que se inicio en el año 1985 a propuesta de la comunidad de regantes, y que ha situado a Mula en la vanguardia no solo nacional sino también internacional, de innovación técnica y gestión comunitaria en aprovechamiento de recursos.

Comenzamos el recorrido en el paraje conocido como Balamonte, aquí, tan solo 1 km más arriba del azud islámico del gallardo se construye uno nuevo, donde las aguas son represadas y derivadas a una nueva acequia, siendo devueltas al río en cantidad suficiente para mantener su caudal ecológico, no olvidemos que estamos en un lugar de una gran belleza paisajística, un factor medioambiental que este plan no ha olvidado, respetando las especies vegetales existentes e incluso repoblando con especies autóctonas los alrededores de azudes, embalses y tuberías y por supuesto controlando el acuífero para evitar la sobreexplotación del mismo, mediante una gestión conjunta de las aguas superficiales y subterráneas.
Estas aguas procedentes del pozo del Pradillo, junto con las del pozo del Corral de Comba y las aportaciones del trasvase Tajo-Segura y del Pantano de la Cierva constituyen las fuentes de abastecimiento de los nuevos regadíos.

Siguiente destino, los embalses de " El Arrebolao", de " La Luz", y de "El Camarote" , estos embalses dispuestos a diferentes alturas, en orden decreciente respectivamente, tienen la misión de acumular agua durante las horas que no se riega y así repartirla al resto de los embalses , hasta un total de ocho, todos ellos intercomunicados entre sí y situados de tal manera que cada uno dominase en altitud el sector al que abastece para permitir el riego localizado del mismo sin necesidad de energía. Aunque la gravedad siempre ha sido el método empleado en esta zona , se construyó una red alternativa de tuberías a presión, para garantizar un suministro sin interrupciones.
Tres plantas de bombeo junto con 7 estaciones de filtrado, que garantizan que el agua llegue a cada caseta particular (donde es mezclada con los abonos) en las mejores condiciones posibles para evitar obstrucciones, completan este sistema de riego.

Todo esto que hemos visto sobre el terreno, funciona a través de

un sistema totalmente informatizado y su control esta centralizado en la sede de la Comunidad de Regantes, que son los encargados de gestionar el llamado"Banco de Agua", desde el cual cada regante puede programar su propio plan de riego, eligiendo día, hora y cantidad de agua, a través de los "Cajeros del Agua" que envían las ordenes de apertura y cierre de las válvulas situadas a la entrada de cada parcela."Las Libretas del Agua" recogen los datos de cada propietario y sus cosechas. En ellas se especifica la dotación anual de agua en función de la extensión a regar y del tipo de cultivo. El año hidrológico para la comunidad de regantes abarca de Septiembre a Agosto, el excedente no consumido por el regante revierte en la comunidad.

Este sistema ha supuesto un ahorro considerable tanto en consumo de agua como de energía además de una mayor productividad agraria y calidad de los productos, y algo importantísimo, la sensibilización de los regantes en la necesidad de una buena gestión del agua.

Pero si todo esto te resulta "rollo"ajeno, por que no tienes más tierra que regar que la de tus macetas, te diré que aún así, no dejes de acercarte por este lugar. A lo largo del recorrido, hecho en gran parte siguiendo el trazado de la vía verde, descubrirás unos paisajes increíbles, de profundos barrancos y abundante vegetación, a destacar, el barranco de las canales, denominado así por dos canales que lo atraviesan en altura, salvando una complicada curva de nivel que había de seguir la acequia mayor, tramo que ha quedado inutilizado.
Otro consejo: desviarse un poquito de la vía verde, a la altura de un cartel indicativo "Fabrica la Luz", para acercarse hasta lo que son las ruinas de una pequeña central hidroeléctrica, construida sobre la acequia mayor, y que supuso alrededor del 1900, tras la concesión por parte del heredamiento del permiso para uso y desvió de estas aguas, la llegada de la luz a Mula. Por supuesto las aguas eran nuevamente devueltas al canal. Una vez más lamentarnos del estado de abandono en que se encuentra, la maleza dificulta considerablemente ver lo que queda de estructura, pero todavía se adivina su funcionamiento. Un cartel explicativo sin duda lo facilitaría enormemente, además de añadir un atractivo a este ya interesante tramo de la vía verde del noroeste.

Acabamos este capitulo del agua en el Pantano de la Cierva.

La diversificación de los cultivos y especialmente el "Boom" citrícola vivido en el siglo XIX en la comarca, hizo incrementarse enormemente las necesidades de los regadíos, lo que llevo a los señores del agua en 1847 a considerar la posibilidad de construir ellos mismos el embalse, elegido como emplazamiento el Estrecho de Corcovado, surge así el primer proyecto de construcción del "Pantano de Corcovado", obra del arquitecto Jerónimo Ros. Este proyecto no prosperaría ante la imposibilidad de los señores del agua de asumir el coste de tan magna obra.

Sería en 1914, gracias al empeño de D. Juan de la Cierva y Pañafiel por entonces Ministro de Fomento y siendo director de obras públicas D. Juan Antonio Perea cuando se consigue que la construcción del pantano sea aprobada. Comenzadas las obras en 1915, fue finalizado en Mayo de 1929. Se decide cambiar el nombre de Pantano de Corcovado por el de pantano de laCierva, aunque durante la guerra civil volvería a su proyecto original de nomenglatura

A pesar del empeño y de la innegable necesidad de un embalse, parece ser que la elección del enclave no fue demasiado afortunada. La escasa vegetación en todo el entorno unido a la limitada cuenca del río Mula, ha supuesto por un lado, que el pantano tan solo se haya llenado 4 veces , no consiguiéndolo hasta 1946, y que entre 1988 y 1996 se tuvieran que acometer unas obras de recrecimiento de la presa, dado que el arrastre continuo de material a causa de la escasa cobertura vegetal, especialmente tras las periódicas lluvias torrenciales había prácticamente inutilizado el embalse. Estas obras supusieron un elevamiento de la presa de alrededor de 6 m, duplicando la capacidad de embalsar agua, también se le doto de aliviaderos.
Con la remodelación desapareció un túnel excavado en la roca por donde se accedía al pantano, y con él un simpático cartel que tan solo con darle la vuelta el pantano pasaba a llamarse de La Cierva o Corcovado, según el momento político que se viviese.
Otra obra que fue necesario acometer en el pantano, fue la construcción de una caseta de impulsión, en 1950, para ampliar el perímetro regable a las tierras altas.
Hoy día el pantano, además de los recursos procedentes de las aguas del río Mula, se abastece de las aportaciones del trasvase Tajo-Segura inaugurado en 1979. También le aportan agua las extracciones de determinados acuíferos, todos ellos llegan al pantano a través de la impulsión de Yechar.
Pero además del regadío, otra finalidad importantísima que ha tenido este trasvase, ha sido la laminación de avenidas, algo que saben muy bien los habitantes de localidades como La Puebla, Los Baños, o Albudeite que habían de sufrir periódicamente los efectos de devastadoras riadas.