martes, 28 de abril de 2009

LA RAMBLA PEREA ; abrigos con vistas, un lujo prehistórico

Viernes 24 de abril, un paso más en nuestro camino,visitamos el paraje muleño conocido como "Rambla Perea"

Dejamos atrás un paisaje llano y árido y nos metemos de lleno en el inicio de la Rambla Perea, el primer tramo lo hacemos en coche, dejando atrás el asfalto para adentrarnos en un camino de piedras y tierra, no excesivamente malo pero mas recomendable hacerlo andando para mayor disfrute del entorno, ya caminando nos adentramos en un cañón de montañas calizas y abundante vegetación, pinos carrascos, zarzas, eneas, hinojos e higueras, un paisaje que nos hace retrotraernos en el tiempo y pensar en el modo de vida de nuestros antepasados más ancestros, quienes no
necesitaban más que de la
elección de un entorno apropiado para tener cubiertas todas sus necesidades, aunque atras han quedado esos tiempos, hoy, arqueólogos de la Universidad de Bristol (inglaterra), están realizando excavaciones en uno de los innumerables abrigos existentes en esta zona. Excavaciones que sin duda nos dejarán importantes testimonios de como estas tierras ya eran habitadas por el hombre en época paleolítica.

Siguiendo el curso de la rambla hacia arriba llegamos al entorno conocido como Fuente
Caputa, Caput Aquae topónimo que apenas ha variado en 2000 años.(es aquí cercano a su nacimiento, donde se han encontrado restos arqueológicos de una antigua villa romana, que ya veremos más adelante cuando nuestro camino nos lleve a pasear por época romana)


Fuente Caputa es una zona húmeda de origen natural localizada al norte del embalse de La Cierva, el paisaje está determinado por la existencia de un manantial a través del cual emergen las aguas infiltradas en los Llanos del Ardal y área suroccidental de la Sierra de Ricote formando un conjunto de pozas o charcas.
La vegetación está formada por especies características de Ramblas, es abundante y proporciona al paisaje un gran atractivo en época de floración; adelfas, carrizo, junco, zarzamora y otras de ámbito forestal como pino carrasco, romero, tomillo, sabina negra, esparto, jaras y acebuche.


caminando por el tortuoso terreno llegamos hasta el conocido como "abrigo del charcón " por estar situado sobre una de las pozas, la de mayores dimensiones, situación que aprovechan los más imprudentes como trampolín natural en época estival, cuando este paraje se convierte en zona de baño para las gentes del lugar, está sobrevolada por un acueducto del canal del Taibilla de unos cien metros de longitud y veinte de altura, junto a una central hidroeléctrica.

Volviendo al abrigo, su pared ha servido de base para la realización de una serie de pinturas, pero al tratarse de terrenos calizos fácilmente erosionables, ha facilitado considerablemente su deterioro (además de las hazañas de "artistas" contemporaneos) y muy posiblemente la pérdida de gran número de ellas, pues todo parece apuntar la hipótesis de que la totalidad del abrigo hubiese sido decorado en su día.
Tres son los colores empleados, el pigmento blanco, con el que se realizaron los cruciformes; el color rojo con el que se realizaron dibujos y se pintó la fecha de 1804 y sobre este trazos negros posteriores.
En cuanto a la aproximación cronológica de las figuras del Charcón nos tenemos que remontar a los siglos XIV al XVII fechas en las que este abrigo pudo tener un uso heremítico. Se cree que la rambla en cuestión debió tomar el nombre del Padre Perea. Según documentos del siglo XVIII que recogen leyendas y tradiciones transmitidas hasta entonces oralmente, un tal padre Perea, algo más de doscientos años antes terminó su vida monacal retirándose a estas tierras.



Digno de mencionar como curiosidad, es la cantidad de restos fósiles, conchas marinas, que podemos observar en nuestro paseo en torno al abrigo, evidencias de como estas tierras estuvieron anegadas por el agua hace millones de años.

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