

Tras deleitarnos con la belleza del entorno de Ucenda, retomamos nuestro camino.



Desde la fuente el agua era reconducida, descendiendo a través de una canalización que atravesaba el pueblo y tras mover una serie de ingenios que permitían el funcionamiento de molinos y almazaras, acababa en una balsa en los límites del casco urbano, sin la cual el agua hubiera vertido al barranco. Un paseo por la "Calle del Agua" nos lleva a conocer esta fuente y unos metros mas abajo, a visitar una vieja almazara, que probablemente ya funcionara en época islámica y que recientemente ha sido habilitada como museo.


Terminamos nuestra ruta en la balsa.

Formaba parte de esta balsa un reloj de sol, que probablemente se usara para repartir las tandas de riego, y digo formaba porque ha sido robado recientemente, algún "individuo", por no decir palabrotas que está feo, debió considerar que luciría más en su jardín, de él hoy tan solo se conserva el pedestal sobre el que se hallaba, situado en uno de los lados de la balsa, y por supuesto fotografias. Se trataba de un pequeño sol que asemejaba un rostro humano, labrado y pintado en piedra de la almagra, a su alrededor se marcaron las horas solares,la fecha 1751 estaba marcada en su superficie.
Y después de tanto paseo, nada mejor que un relajante baño de agua caliente, aunque solo sea con la imaginación, claro. Estamos en Los Baños, una pedanía muleña ubicada en la margen derecha del río Mula. Sus edificaciones, de los siglos XIX yXX en estilo ecléctico y neomudéjar, que emergen en la empinada ladera de una montaña, en distribución anexa, de una o dos plantas y fachadas con grandes balconadas en rejería de forja, presentan una gran singularidad, sus pozas de aguas termales que pueden ser tomadas por los visitantes en sus diferentes edificios. Se pueden alquilar desde pequeños apartamentos, a tan solo el baño por un tiempo determinado. Destacar de entre estas construcciones el encanto de sus paradores, con patios centrales a los que se abren galerías con balcones corridos en los que desembocan las habitaciones. Sin duda un alo de romanticismo envuelve a esta villa, de hay probablemente las numerosas leyendas existentes sobre la fertilidad de estas aguas.
En las fotos, dos de los paradores de mayor belleza, el "Parador de San Luis "de 1903 una de las primeras casas de baños y el "Parador Azul" respectivamente.




Desde este punto podemos hacer un pequeño paseo por el tiempo. Divisamos frente a nosotros una parte de el Cerro de la Almagra que asoma sobre la margen izquierda del río, y donde probablemente sus habitantes ya disfrutaran de los beneficios de estas aguas (de todos es conocida la afición del pueblo romano a los baños termales ) fortalecida esta teoría, si consultamos las crónicas del historiador Franciscano Pablo Manuel Ortega, donde se relata la posibilidad de que en un principio las aguas termales emergieran por la margen izquierda, y que un seísmo en el S XVII fuera el causante de su enclave actual, lo que supondría la ubicación original de la villa en la margen opuesta del río, todo esto pendiente de las oportunas prospecciones.
A lo lejos, unas maravillosas vistas de la muela rocosa de la Puebla, coronada por la Fortaleza musulmana de Alcalá.
Terminamos nuestro paseo por Los Baños, en el barrio de la misericordia situado a unos metros del conjunto termal, en este lugar Francisco Gonzalez Dato construye en el siglo XIX una hospedería para pobres que tristemente ha sido destruida, si se conserva la ermita anexa consagrada a la Purísima Concepción y su talla, de gran belleza, ocultada por algún vecino durante la guerra civil

Sabemos que el agua siempre ha sido un bien escaso y valiosísimo en nuestra región, pero no tenemos conocimiento sobre reparto y propiedad del agua hasta el siglo XVI.
El aumento de población que acarreó la Reconquista( para nosotros Conquista) y la consiguiente ampliación del perímetro

regado se tradujo en una desproporción creciente entre territorio y agua disponible, este hecho provocó que se formara un mercado del agua que generó una nueva clase social, "Los Señores del Agua"que detentarán el poder político y económico de comarcas como Lorca y Mula durante siglos. Se sabe que en el S. XVI de cada 20 partes de agua, 1 correspondía al Pueblo y las 19 restantes a los señores del agua.

La sede del Heredamiento se construiría unos años más tarde en


Un sistema injusto ya que daba lugar a precios especulativos creando graves situaciones de desigualdad especialmente en tiempos de escasez en

El día 1 de agosto se realizó la última subasta, pasando la comunidad de regantes (constituida en 1935) a hacerse cargo de toda la gestión del agua
El edificio del heredamiento, hoy cerrado conserva el mobiliario original del S XIX, parece pedir a gritos !quiero ser museo!. Según nos han informado esta prevista su habilitación como centro de interpretación con el agua de protagonista, sin duda alguna una ubicación immejarable: En la Calle del Caño, a tan solo unos metros "La Casa Pintada" y "El Cigarralejo" y nada más subir la empinada cuesta, la plaza del Ayuntamiento, con la Iglesia de San Miguel, que alberga una importantísima colección de pinturas de los siglos XVI al XX donación de Doña Pilar de la Canal (cumpliendo la última voluntad de su esposo D. Pedro Luis Blaya). Una ruta museística realmente interesante, esperemos que el proyecto prospere y pronto podamos disfrutarlo.
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