martes, 26 de mayo de 2009

EN BUSCA DEL AGUA

El agua, un bien tan preciado y escaso en nuestra región, que su aprovechamiento, ha llegado ha agudizar la inteligencia e ingenio humano hasta límites que hoy en día, dados los medios de que disponemos, nos cuesta muchísimo entender.

Hoy el camino nos conduce a admirar el trabajo de unas gentes, que supieron exprimir hasta la última gota del variable y casi siempre escaso, caudal de nuestros ríos y ramblas. Una serie de obras hidráulicas han permitido la existencia de localidades como Mula, Albudeite, Campos de Río, Pliego tal y como hoy las conocemos. Nos dirigimos hacia el nacimiento de uno de los padres de las criaturas, el río Mula, en el termino municipal de Bullas, (actualmente no perteneciente a esta comarca sino al noroeste, difícil de entender que una comarca que lleva el nombre de un rió, termine su territorio precisamente en el termino municipal en el que este nace, cosas que pasan). A pesar de que el nacimiento original del río Mula se encontraba en la fuente de ucenda, la sobreexplotación ha hecho que este manantial se seque, por lo que es necesario descender unos km, hasta el conocido como Pasico de Ucenda para ver realmente brotar las aguas cristalinas del nacimiento de este río, aguas procedentes realmente de la canalización de un pozo situado unos metros más arriba," El Pozo del Pradillo".


Llegamos a este lugar atravesando un hermoso valle alfombrado con cultivos de viñedos, (no en vano estamos en tierra de deliciosos vinos con denominación de origen, "Bullas") dejamos atrás las viñas para encontrarnos con hermosas zonas de pinar, hacemos un alto obligado en el camino para fotografiar a este hermoso anciano, uno de los pinos mas viejos de la región de Murcia.


Tras deleitarnos con la belleza del entorno de Ucenda, retomamos nuestro camino.

Si el río Mula ha sido el padre de localidades como Mula, sin duda la madre ha sido la Acequia Mayor, una asombrosa obra de ingeniería hidráulica construida en época musulmana que conduce el agua durante 13 km hasta la población, sin más propulsión que su propia inercia. Un trabajo que visto sobre el terreno parece todavía más increíble, pues echando un vistazo al entorno la ciudad de mula ni siquiera se adivina, sin embargo estas gentes supieron calcular el punto exacto de cada tramo para que esto fuera posible. Anexo a la acequia se encuentra el azud de El Gallardo, donde el agua era embalsada, aunque actualmente lo vemos construido en piedra, originalmente era de tierra, cañas y palos por lo que ha sido destruido innumerables veces a causa de las riadas.

Y del laborioso trabajo de nuestros antepasados a una obra de ingeniería reciente, La presa de Doñana, concebida dentro del Plan general de defensa contra avenidas de1987 y gracias a la cual localidades como La Puebla, Los Baños y Albudeite han dejado de sufrir catastróficas riadas. Desde este punto nos dirigimos a Pliego


Si el origen del actual Pliego fue el caserío mudéjar, al que la población musulmana fue enviada tras la rebelión en 1266, y anteriormente el poblado de la mota, estos enclaves no fueron elegidos de forma aleatoria, sino que el agua una vez más ha sido decisiva. Un manantial natural que existía a los pies del barranco de la mota, permitió la creación de una fuente, la conocida hoy como Fuente de Los Caños.
Desde la fuente el agua era reconducida, descendiendo a través de una canalización que atravesaba el pueblo y tras mover una serie de ingenios que permitían el funcionamiento de molinos y almazaras, acababa en una balsa en los límites del casco urbano, sin la cual el agua hubiera vertido al barranco. Un paseo por la "Calle del Agua" nos lleva a conocer esta fuente y unos metros mas abajo, a visitar una vieja almazara, que probablemente ya funcionara en época islámica y que recientemente ha sido habilitada como museo.











Terminamos nuestra ruta en la balsa.
Formaba parte de esta balsa un reloj de sol, que probablemente se usara para repartir las tandas de riego, y digo formaba porque ha sido robado recientemente, algún "individuo", por no decir palabrotas que está feo, debió considerar que luciría más en su jardín, de él hoy tan solo se conserva el pedestal sobre el que se hallaba, situado en uno de los lados de la balsa, y por supuesto fotografias. Se trataba de un pequeño sol que asemejaba un rostro humano, labrado y pintado en piedra de la almagra, a su alrededor se marcaron las horas solares,la fecha 1751 estaba marcada en su superficie.

Y después de tanto paseo, nada mejor que un relajante baño de agua caliente, aunque solo sea con la imaginación, claro. Estamos en Los Baños, una pedanía muleña ubicada en la margen derecha del río Mula. Sus edificaciones, de los siglos XIX yXX en estilo ecléctico y neomudéjar, que emergen en la empinada ladera de una montaña, en distribución anexa, de una o dos plantas y fachadas con grandes balconadas en rejería de forja, presentan una gran singularidad, sus pozas de aguas termales que pueden ser tomadas por los visitantes en sus diferentes edificios. Se pueden alquilar desde pequeños apartamentos, a tan solo el baño por un tiempo determinado. Destacar de entre estas construcciones el encanto de sus paradores, con patios centrales a los que se abren galerías con balcones corridos en los que desembocan las habitaciones. Sin duda un alo de romanticismo envuelve a esta villa, de hay probablemente las numerosas leyendas existentes sobre la fertilidad de estas aguas.
En las fotos, dos de los paradores de mayor belleza, el "Parador de San Luis "de 1903 una de las primeras casas de baños y el "Parador Azul" respectivamente.


Tras subir la empinada ladera, llegamos hasta El Pozo, situado en un pequeño mirador, desde aquí podemos observar como esta fuente de aguas termales surge en un paisaje de aspecto casi desértico, sometido a una gran erosión que provoca la continua presencia de barrancos y ramblas que van a desembocar al río Mula. Esta aridez contrasta con el escaso desarrollo agrícola, tan solo pequeños terrenos de regadío en el entorno más inmediato del río.
Desde este punto podemos hacer un pequeño paseo por el tiempo. Divisamos frente a nosotros una parte de el Cerro de la Almagra que asoma sobre la margen izquierda del río, y donde probablemente sus habitantes ya disfrutaran de los beneficios de estas aguas (de todos es conocida la afición del pueblo romano a los baños termales ) fortalecida esta teoría, si consultamos las crónicas del historiador Franciscano Pablo Manuel Ortega, donde se relata la posibilidad de que en un principio las aguas termales emergieran por la margen izquierda, y que un seísmo en el S XVII fuera el causante de su enclave actual, lo que supondría la ubicación original de la villa en la margen opuesta del río, todo esto pendiente de las oportunas prospecciones.
A lo lejos, unas maravillosas vistas de la muela rocosa de la Puebla, coronada por la Fortaleza musulmana de Alcalá.

Terminamos nuestro paseo por Los Baños, en el barrio de la misericordia situado a unos metros del conjunto termal, en este lugar Francisco Gonzalez Dato construye en el siglo XIX una hospedería para pobres que tristemente ha sido destruida, si se conserva la ermita anexa consagrada a la Purísima Concepción y su talla, de gran belleza, ocultada por algún vecino durante la guerra civil

Y no podemos finalizar este viaje, con el agua de protagonista, sin conocer lo que fue la sede del Heredamiento de Aguas de Mula, y para ello, se hace necesario hacer un poco de historia.
Sabemos que el agua siempre ha sido un bien escaso y valiosísimo en nuestra región, pero no tenemos conocimiento sobre reparto y propiedad del agua hasta el siglo XVI.
El aumento de población que acarreó la Reconquista( para nosotros Conquista) y la consiguiente ampliación del perímetro

regado se tradujo en una desproporción creciente entre territorio y agua disponible, este hecho provocó que se formara un mercado del agua que generó una nueva clase social, "Los Señores del Agua"que detentarán el poder político y económico de comarcas como Lorca y Mula durante siglos. Se sabe que en el S. XVI de cada 20 partes de agua, 1 correspondía al Pueblo y las 19 restantes a los señores del agua.

Pero ¿Como se vendía el agua?, los señores del agua la vendían, pero no se sabe muy bien como, con la separación de tierra y agua se producía la privatización de un bien que hasta entonces había sido público, pero no es hasta 1853 en que se publican las primeras "Ordenanzas de Aguas" cuando tenemos realmente constancia de como funcionaba este mercado, aunque este tipo de legislación sobre aguas existiera probablemente desde época islámica.
La sede del Heredamiento se construiría unos años más tarde en 1864 según plano de Jose Lopez Sanz, previamente se organizarían las reuniones en algun edificio relevante como el ayuntamiento o el casino.

Las ventas del agua se realizaban mediante subasta pública, primero se subastaban los días y luego las noches, siguiendo un sistema de tandas que constaba de 21 días, se utilizaba el padrón de cada lugar para imponer un orden en las subastas, y era el precio alcanzado por las "hilas "del propio ayuntamiento las que ponían precio al agua de cada jornada (siempre tenía preferencia en la venta, aquel que juntara una hila, ya que esta se subdividía en 4 cuartos). Semejante precisión quedaba reflejado en los "libros del agua", que registraban de modo riguroso y exhaustivo a los dueños de cualquier porción de caudal, eran por tanto los encargados de regir el riego y su duración.

Un sistema injusto ya que daba lugar a precios especulativos creando graves situaciones de desigualdad especialmente en tiempos de escasez en que el agua adquiría unos precios desorbitados. Los agricultores más modestos veían como se perdían sus cosechas mientras las de las clases adineradas lucían su mayor esplendor. Este sistema sinembargo sobrevivió en Mula hasta 1966 movido por los intereses de las clases acomodadas.
El día 1 de agosto se realizó la última subasta, pasando la comunidad de regantes (constituida en 1935) a hacerse cargo de toda la gestión del agua

El edificio del heredamiento, hoy cerrado conserva el mobiliario original del S XIX, parece pedir a gritos !quiero ser museo!. Según nos han informado esta prevista su habilitación como centro de interpretación con el agua de protagonista, sin duda alguna una ubicación immejarable: En la Calle del Caño, a tan solo unos metros "La Casa Pintada" y "El Cigarralejo" y nada más subir la empinada cuesta, la plaza del Ayuntamiento, con la Iglesia de San Miguel, que alberga una importantísima colección de pinturas de los siglos XVI al XX donación de Doña Pilar de la Canal (cumpliendo la última voluntad de su esposo D. Pedro Luis Blaya). Una ruta museística realmente interesante, esperemos que el proyecto prospere y pronto podamos disfrutarlo.

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